Reseña Histórica
Desde el legendario camino del Inca hasta nuestros días, el desarrollo vial ha sido uno de los elementos fundantes sobre el cual nuestro país se ha ido constituyendo. Un camino, una vía, una carretera, un puente, son así no solamente puntos de unión y de encuentro, sino que además implican, en su sentido más profundo, un acto cultural mediante el cual los hombres que habitan un territorio lo hacen suyo integrándolo como una dimensión concreta de sus vidas, pero también de sus sueños, de su espíritu y pertenencia.
En Chile, la construcción de puentes se inicia con la obra civilizadora de España, que en su comienzo, con seguridad, utilizó la madera en sus primeros puentes.
Los Araucanos o mapuches denominaban “KUIKUI” a uno o varios troncos caídos o volteados por encima de una corriente de agua o quebrada.
En el caso de Chile, la geografía del país se impone, porque de Norte a Sur es un solo y largo camino cortado en pedazos por quebradas, ríos, esteros y canales, que en torrentes bajan de los Andes al Océano.
Durante el gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda, el 21 de junio de 1887, se dictó la ley que reorganizó los cinco ministerios existentes a la época y creó el de Industria y Obras Públicas. El primer ministro de la nueva cartera fue el abogado Pedro Montt, quien años más tarde, en 1906, llegó a la primera magistratura del país.
Fig. 1: Puente sobre el Río Lluta (Actual Puente Santa Lucía, Ruta 11-CH, Provincia de Arica, I Región).
Meses más tarde, el 27 de enero de 1888, fue creada la Dirección General de Obras Públicas, con la misión de estudiar, ejecutar y vigilar todos los trabajos públicos que se emprendían en el país por parte del Gobierno o por particulares. En sus inicios estuvo integrada por las secciones de Ferrocarriles y Telégrafos, Puentes, Caminos y Construcciones Hidráulicas y Arquitectura.
En sus primeros tiempos la labor de la Dirección se resentía por falta de ingenieros y técnicos chilenos en la cantidad que se necesitaban. Lo mismo ocurría en el orden administrativo y con la mano de obra especializada.
El Cuerpo de Ingenieros, creado en 1842 y dependiente desde entonces del Ministerio del Interior, se incorporó a la Sección Puentes, Caminos y Construcciones. En 1925 se creó el Departamento de Caminos, que emprendió la modificación y pavimentación de rutas como Santiago-Valparaíso y Santiago-San Antonio. Desde agosto de 1953 pasó a ser la Dirección de Vialidad.
Mientras se formaban los equipos nacionales, la Dirección contó con la asesoría técnica de la industria de Francia. Por ejemplo, a fines del siglo XIX el Ingeniero chileno don Aurelio Víctor Lastarria hizo los planos del viaducto del Malleco, a pesar de la falta casi absoluta de instrumentos adecuados. Sin embargo los planos fueron aprobados en París, a donde fueron llevados, previo contrato firmado por el Ministro Blest Gana. Además, la firma francesa destacó un inspector permanente para supervisar la marcha de la obra.
El triunfo en Francia, especialmente de las estructuras metálicas, trajo a Chile la nueva tecnología. El año 1890 comenzaron a cruzar el Mapocho los puentes metálicos en reemplazo del puente Cal y Canto (entregado a tránsito por el Corregidor Zañartu en el mes de febrero de 1782 con una longitud aproximada de 110m y una altura de 10 m).
Hasta el año 1932, existían 326 km de caminos pavimentados. Similarmente, en el lapso que va entre 1921 y 1934 se construyeron en nuestro país 42 puentes de concreto armado, dándole con ello un impulso fundamental a la unión del territorio y solucionando el crónico problema de buscar vados para cruzar los esteros y ríos.
Fig. 2: Traslado primer tubo de fundación puente Mataquito, VII Región. (Año 1944).
Por otra parte, la creación de un marco legal que permitía disponer de recursos permanentes para construir y conservar caminos y puentes ( Ley N° 3.611 de 1920 ) y el establecimiento de la institucionalidad de un organismo encargado de estos temas, hicieron posible que comenzara un considerable avance de las construcciones viales.
Desde comienzo del siglo XX el panorama nacional de Vialidad tomó el ritmo normal que ahora conocemos.
El organismo responsable de los caminos a través del tiempo ha tenido varias denominaciones y dependencias: -Sección de Puentes, Caminos y Construcciones Hidráulicas, desde 1888 a 1905. -Sección de Puentes y Caminos, desde 1906. -Inspección General de Caminos, Inspección General de Puentes, entidades separadas en 1925. -Inspección General de Puentes, Caninos y Vías Fluviales, desde 1924. -Departamento de Caminos, desde 1928. -Inspección General de Caminos y Puentes (del Ministerio de Obras Públicas) y Departamento de Caminos (de la Dirección General de Obras Públicas), en 1929. -Inspección General de Caminos y Puentes se fusionó con el Departamento de Caminos, en 1930. -Dirección de Vialidad, desde 1953 a la fecha.
Fig. 3: Visita del Presidente Juan Antonio Ríos al puente Calle – Calle.
Resulta imprescindible destacar aquí la visión de los primeros "camineros" quienes dando muestra de una verdadera visión de futuro y con todos los desafíos y sacrificios que ello implicaba, asentaron la construcción de vías que permitieron ir integrando el territorio nacional, contribuyendo así de un modo decisivo al desarrollo de nuestro país y a la consolidación de su identidad.