En el marco del Día del Patrimonio, Vialidad de Ñuble recibió a la comunidad en la balsa Cerro Negro, una infraestructura fluvial emblemática que opera en el río Itata y que ha sido testigo del desarrollo social, cultural y económico de la región por más de un siglo.
La balsa fue instalada en 1906 y durante décadas constituyó el único medio de conexión directa para peatones y vehículos entre las localidades de Cerro Negro, en la comuna de Quillón, y Santa Clara, en la comuna de Bulnes.
En ese sentido, el seremi Freddy Jelves afirmó que es “más que una embarcación, es una memoria flotante que ha unido generaciones. Su valor patrimonial es importante para nuestra región al dar conectividad vial a dos comunas”.
Antes de su existencia, los pobladores se enfrentaban a cruces peligrosos en un cajón colgado de un cable de acero, una práctica riesgosa pero necesaria entonces para trasladar víveres y acceder a servicios básicos. En sus inicios, la balsa era una estructura de madera operada por una persona mediante un cable guía, método heredado desde tiempos coloniales.
La gestión del servicio pasó a manos del Ministerio de Obras Públicas a partir de 1920, consolidando su operación como parte esencial de la conectividad rural en la zona. Según explicó el director regional, Oliver Morales, “la balsa metálica actual fue construida en 1995 en Valdivia y puesta en servicio en 1996. De color naranjo y con una capacidad de carga de 8 toneladas, sigue operando sin motor por funcionarios de Vialidad aprovechando la corriente del río y un sistema de guinches manuales”.
La balsa Cerro Negro se encuentra en el kilómetro 7,2 de la ruta N-884, entre Santa Clara y Cerro Negro, aguas arriba del puente El Roble, donde la Dirección de Vialidad ha ejecutado la pavimentación de dicha ruta hasta el acceso a la balsa por el lado de Bulnes. Adicionalmente, está prevista la instalación de un puente mecano de doble vía aguas abajo.
El equipo que opera actualmente la embarcación lo componen el encargado Blas Rodríguez, Luis Solís, Gerardo Muñoz y Hernán Correa, quien destacó que “este es un trabajo hermoso que se realiza en forma manual. Nosotros logramos dar conectividad a la comuna de Quillón y Bulnes a través del río Itata”.